Aunque el trastorno del espectro autista se puede diagnosticar de manera clara a partir de los dos o tres años, muchos niños no reciben un diagnóstico hasta que son mayores. Es posible que estos  niños con autismo leve tengan un mejor funcionamiento y no se reconozcan los síntomas hasta que están en el colegio.

Los adolescentes, que tienen un tipo de autismo leve ya que sus síntomas son leves y se encuentran en el rango de funcionamiento más alto del TEA, pueden:

• Desarrollar una gama limitada de intereses u obsesiones con ciertos temas.
• Participar en un comportamiento repetitivo, como aletear, girar
• No tener contacto visual
• Tienen dificultad con las interacciones sociales
• No entender las emociones en los demás o en ellos mismos
• Prefieren estar solos
• Evitan el contacto físico
• Tienen patrones de sueño inusuales
• Utilizan un lenguaje formal en lugar de la jerga de sus compañeros
• Dan mucha importancia a las rutinas y reglas
• Desarrollar fuertes preferencias por ciertos alimentos, ropa u objetos

Los adolescentes que tienen síntomas más graves y se encuentran en el rango de funcionamiento más bajo del TEA  pueden:

• No usar el habla en absoluto
• Se angustian mucho por los cambios en la rutina.
• Exhiben un comportamiento desafiante, como ser agresivo o golpearse la cabeza contra la pared autolesionándose
• Necesitan ayuda en su vida diaria, como bañarse y vestirse
• Participan en comportamientos repetitivos, como mecerse
• Insisten en las reglas y la rutina.
• Desarrollan preferencias rígidas por ciertos alimentos, ropa u objetos.
• Necesitan dietas especializadas

Entre el 25% y el 50%  de los niños con TEA no desarrollan habilidades de comunicación verbal. Es raro que la comunicación verbal retardada se desarrolle después de los cinco años. Por tanto, una proporción significativa de niños con TEA se convertirán en adolescentes y adultos no verbales.