El TEA en adultos.

El TEA es una afección de por vida y algunas personas con TEA no son diagnosticadas hasta que son adultas. Esto podría deberse a que caen en el rango de funcionamiento superior del espectro  y sus síntomas son menos graves, o porque fueron diagnosticados erróneamente con déficit de atención con hiperactividad o el trastorno obsesivo compulsivo.

Aunque el tratamiento puede mejorar algunos síntomas externos, las personas con autismo siempre procesarán las sensaciones del oído, la vista, el tacto y el olfato de diferentes maneras.

Un adulto con síntomas leves, que se encuentra en el rango de funcionamiento superior del espectro del autismo, puede:

• Tiene dificultades con las interacciones sociales
• Evitan tener contacto visual
• No entienden los gestos faciales o corporales no verbales, como fruncir el ceño o encogerse de hombros
• No entender los cambios en el tono de voz, como el sarcasmo
• Se consuelan mediante reglas y rutinas
• Les molestan los cambios de rutina
• Son hipersensibles o insuficientemente sensibles a ruidos fuertes, olores o sabores fuertes.
• Tienen comportamientos repetitivos, como caminar y aletear
• Tienen una gama limitada de intereses
• Tienen buena memoria y recuerdan

Un adulto que se encuentra en el rango de funcionamiento más bajo del espectro del autismo puede:

• Nunca se comunican verbalmente o tienen habilidades verbales limitadas
• Necesitan ayuda en la vida diaria, como bañarse y vestirse
• Tienen comportamientos repetitivos, como mecerse
• Insisten en las reglas y la rutina.
• Se angustian mucho por los cambios en la rutina.
• Necesitan dietas especializadas

El empleo puede presentar un desafío para los adultos con autismo. Es probable que las personas con autismo necesiten ajustes para poder trabajar de manera productiva, como luces que no parpadeen o un espacio silencioso para trabajar.

Un signo común del TEA  en adultos es la ansiedad. La ansiedad en el autismo puede verse reflejada a través de:

irritabilidad, insomnio, taquicardias, dolores de cabeza, mareos, pensamientos negativos o depresión. También pueden experimentar crisis de pánico.